
A lo largo de estos años como profesor he tenido alumnos de todas las edades entre 3 y 65 años y he de decir que, en general, los alumnos con más ilusión y tiempo de dedicación empleado han sido los alumnos adultos.
Todavía hoy en día encontramos muchos prejuicios sobre el aprendizaje de la música a edad adulta. Comentarios frecuentes sobre ello pueden ser que es que las habilidades cuestan mucho más de desarrollar según se es más mayor….Para mí nada más alejado de la realidad, ya que hay ciertas características que son indiscutiblemente positivas para un buen y rápido aprendizaje, ya que los adultos:Comienzan los estudios musicales por iniciativa propia, lo que implica una gran motivación.
• Poseen un gran nivel de concentración y esfuerzo en la mayoría de los casos, que se traduce un una práctica regular y un aprovechamiento de cada minuto dedicado.
• Tienen unos objetivos y expectativas muy claras respecto al instrumento:
◦ dominar la técnica básica del instrumento y conocer nueva música
◦ buscar la conexión entre su cuerpo y el instrumento; una manera de tocar consciente y relajada
◦ poder aprender a transcribir la música que escuchan y poder hacer versiones con el violín
◦ recuperar / desarrollar capacidades físicas / neorológicas dañadas
◦ prepararse para las pruebas de acceso al conservatorio
◦ cumplir con la ilusión de hace muchos años, a veces incluso de la infancia, de tocar un instrumento que siempre les ha gustado.
• Son capaces de comunicar con gran detalle y concreción, lo que posibilita adaptarse a cada uno de ellos de manera individualizada y desarrollar explicaciones muy concretas derivadas de sus preguntas.
• Son críticos con el proceso de aprendizaje, capaces de reflexionar y hacer cambios rápidos y eficaces tanto de ellos mismo como de la dinámica de las clases o del profesor.
En resumen, abordar el estudio de un instrumento a edad adulta es una aventura apasionante que se puede enfocar desde muy diversas perspectivas. Hay tantas maneras de entender la música como personas, y todos los alumnos pueden llegar a entender y disfrutar la música a su manera, llegar a desarrollarse plenamente en alguna de sus múltiples facetas.